Viernes. "Thanks God is Friday", recuerdo ver el cartelito sobre algunos mostradores, allá en las Americas. Temprano he puesto la radio y Fito (el de los Fitipaldis) cantando una letra sobre el Mundial de fútbol que arranca hoy en Sudafrica. Al rato el turno es de Shakira, la colombiana, la de las caderas mecánicas que como siga así va a acabar con un desgaste de cadera mayor que la mayoría de los puntistas. Allá ella.
Algo más tarde, noticias locales, todo listo para la celebración del ascenso de la Real. Con un punto suben matemáticamente. A falta de tanto. El partido ganando de calle pero sin llegar a 35. Cosas más difíciles se han visto pero espero que no se dé una combinación diabólica y nos quedemos fuera. El año que viene hay que pararles los pies, las garras mejor dicho, a nuestros vecinos del Guggenheim, a los de San Mamés Barria je,je.
El público del fútbol es bullicioso, fanáticos muchos de ellos. Yo que no soy demasiado futbolero, las pocas veces que ido a un campo de fútbol he salido espantado. !Qué es aquello, qué griterío! La persona se transforma y sale el Mister Hyde que llevamos dentro. Mi hermano Jesus, una persona seria y equilibrada donde las haya, cada vez que iba al viejo Atotxa, salía ronco, un par de días sin poder hablar. Encima si el rival había sido el Madrid, no te cuento, una semana sin poder hablar.
A mi dáme el público de los frontones. Lugares donde se apuesta dinero pero rara vez ocurre algo desagradable. El comportamiento, en líneas generales, es modélico. En Florida, en mis tiempos, las gradas se llenaban, no recuerdo sin embargo haber oído insultos, obscenidades. Hablo de los años 70s y 80s. El público americano cuando quiere reprobar al deportista, al pelotari en este caso, lo hace de manera peculiar.
A veces cuando alguno se pasaba le llamabas a "Zapatones" Beitia (en paz descanse quien fuera una buena persona) y éste se encargaba de llamar a uno de seguridad, casi siempre un tipo con una tripa descomunal y cara de pocos amigos. El del uniforme se encargaba de expulsar a aquel que daba la nota.
Lo peor era cuando después de pifiar una pelota clara, normalmente del cuadro 8 hacia delante y tenías que hacer el recorrido a la jaula. Todo el público al unísono empezaba a abuchearte, un búuuuuuuuuuu!!... que parecía eterno. Y tú cabizbajo, por la contracancha, al trote pero deseando tener la velocidad punta de un Carl Lewis te dirigías al banquillo-guarida buscando refugio y donde una vez dentro te sentías liberado pues aquel coro hiriente había, por fin, callado.
En otras ocasiones en lugar del abucheo habitual escuchabas una voz, la de un francotirador, voz solitaria que te soltaba un: "get a job"... (búscate una ocupación, un trabajo). Os aseguro, que a mí al menos, me dolía aquel comentario-consejo-burlón-irónico. El colmo era cuando en lugar de "aconsejarte" que te buscaras un trabajo, el francotirador de turno, le añadía mordiente poniéndole una coletilla a la frase. "Get a REAL job" (búscate un trabajo de VERDAD). Como diciendo, lo que haces es un part-time, penoso, ya está bien de hacer el ridículo y vivir del cuento.
Menos mal que todo no eran ataques de francotiradores. Los había quienes sabían apreciar el esfuerzo y te recompensaban,--después de haber disputado un tanto peleado pero que lo habías perdido-- camino, otra vez, de la jaula y, de pronto oías una voz que decía: "nice try Zulaika" (buen esfuerzo, has hecho lo que has podido). A pesar de haber perdido el tanto escuchar aquella frase resultaba un bálsamo para mis oídos.
Zulaika, mi nombre es Elu, que como Urizar, soy víctima del saque-resto de tu hermano en Milford. Me cabreó tanto que me he vengado en el golf. me dijo que de joven tuvo un handicap de 6 y lo he logrado a los 64 añitos JeJeJe!. Te doy la enohrabuena, lo haces MUY bien y mantén la chispa, ya que te alarga la vida muchos años. Saludos a tu hermano where ever he is!
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