El Jai Alai de La Habana también fue conocido como Palacio de los Gritos. En la cancha habanera actuaron en las primeras décadas del siglo xx grandes pelotaris como Erdoza menor, Isidoro o Marcelino mayor. Sin embargo, según las crónicas de la época fue un pelotari apodado Macala el más popular de todos, el más querido.
Precisamente la denominación de Palacio de los Gritos al Jai Alai de La Habana está relacionada con una anécdota en la que intervino Macala.
Luis Joaquín Gardoi Lekunberri, más conocido como Macala, nació en la calle Iturribide de Bilbao el año 1881. Macala jugó en Madrid, Barcelona, Mexico, pero donde alcanzó su fama fue en el jai alai habanero.
¿Por que Macala era tan querido, el más popular de todos?
El periodista Eladio Secades lo describía así: "Macala encarnaba el espíritu de la pelota. He querido decir el más bravo, el más heroico espíritu del juego vasco. Los vascos llaman a estos jugadores "pelotaris de nervio". En ese sector Macala era un campeón. Los viejos de hoy, aficionados complacidos de antes, hablan de Macala como el delantero que debía toda su grandeza a su astucia y a su sangre combativa. Era de baja estatura y no era pegador. Pero, ¡vaya salero el suyo para jugar a la pelota!...
Macala le gritaba al zaguero que la bola iba a pared chica y si el zaguero no corría a colocarse , allí iba Macala y por eso en muchos partidos se le veía en 13 y hasta 14 cuadros...
Debutó en La Habana en 1903. Macala fue el mejor delantero hasta que llegó Isidoro... Se jugaba al estilo sucio y las pelotas tenían solo 85 gramos de goma... Los jugadores 'a sucio' caminaban dos cuadros con la pelota encestada".
Cazalis II, el que fuera el mejor zaguero en los años 20, opinaba así en una entrevista realizada por CANCHA: "Macala fue un batallador infatigable. Ayudaba al zaguero, iba a la pelota con un coraje contagioso. Jugaba a gritos... Yo creo que en Cuba el público no ha adorado a ningún pelotari como a él".
Del libro La Pelota Vasca en Cuba: "Por su modo de jugar y su gran simpatía, Macala estuvo en el trono de la popularidad durante `la primera década`, 1901-1910. En aquellos tiempos había sombreros de paja a ` lo Macala`; camisas, corbatas y zapatos a `lo Macala`; es decir, industrias que llevaban la firma del batallador delantero.
También era popular en toda la isla la frase "¡Aire Macala!", utilizada como voz de estímulo para incitar a los delanteros. Sobre Macala trata la famosa anécdota de aquel partido, en 1903, que iba ganando con Chiquito de Bergara 29-21 a 30 tantos. Les faltaba, pues, tan sólo un tanto para acabar el partido. Frente a ellos Chiquito de Irún y Miche.
El encuentro llegó a la igualdad trágica (a 29 iguales), y el Jai Alai dio entonces especial muestra del por qué sería llamado para siempre El Palacio de los Gritos. Al hacer el saque el delantero contrario, vociferaron del público la popular frase "¡Aire Macala!" Y el batallador delantero, Macala, no se anduvo con chiquitas, ni corto ni perezoso se fue a restar en el cuadro tres...! Y se consumó la tragedia.
La pelota no sólo abrió un agujero en su cesta, ¡sino que la traspasó!
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