Intxausti: Un Pelotari Maldito
Al consultar la historia del jai alai enseguida vienen a la memoria nombres de pelotaris legendarios, de las grandes figuras. Sin embargo, hay otros nombres, figuras menos conocidas que también hicieron historia y merecen ser recordadas.
Ramon Garmendia “Intxausti” es una de esas figuras que dieron que hablar en su tiempo y que aún hoy en día se le recuerda. Un pelotari que, según cuentan, nadie sabía lo que jugaba. En palabras de Eguiluz, el que fuera intendente en La Habana, refiriéndose a Intxausti: “ni él mismo sabe lo que juega”. Para Angelito Ugarte, compañero y rival en el frontón Recoletos de Madrid: “yo no he conocido nadie como Intxausti, ni Pistón ni nadie, si le llegan a llevar a La Habana hubiera arrasado, cuanto más larga la cancha más jugaba".
Ramón Garmendia, "Intxausti", nació en Villabona, Gipuzkoa, el año 1923.
Debutó con 17 años en el frontón Vigués de Vigo. Jugó en los frontones Aragones de Zaragoza; Recoletos de Madrid y Novedades de Barcelona; hacia los años 1958-1959 comenzó jugando en Durango y Markina, San Juan de Luz y Hossegor. En el año 1968 llegó a jugar en Dania, Florida.
¿Cómo es que teniendo tanto juego jamás jugó en America hasta el año 1968 en el que jugó de esquirol en Dania con 45 años y fue máximo ganador de quinielas?
“Se hacía odioso”, dice Angelito Ugarte. “No alterna en grupo”, recuerda Jose Ramón Eizaguirre “Fraypa”, quien jugó en el Recoletos con Intxausti allá por el año 1958-1959. “Los de cesta veíamos los partidos en una zona al fondo, Intxausti nunca se sentaba con nosotros”. Cuentan que a su compañero de piso el día de sus boda ni le comentó que se casaba.
Nadie lo quiso, ni compañeros ni intendentes. Su carácter solitario, inestable, automarginado, le granjeó tan mala fama entre los compañeros que hasta su honradez profesional dentro de la cancha quedaba en entredicho. Fama que le persiguió a lo largo de toda su carrera.
¿Tuvo Intxausti tanto juego como algunos sostienen, comparable a las grandes figuras?
José Agustín Larrañaga, historiador del jai alai, vio jugar a Intxausti en Markina en todos los partidos en los que participó, entre los años 1956 a 1963, donde sus principales contrarios eran Ondarru, Careaga I, Laka, Txikito de Bergara, y algunos más, entre los que no destacaba, sino todo lo contrario. Valentín Kareaga destacaba sobre todos ellos, seguido de Ondarru, Laca…...
"Intxausti con 35 años -en 1958- competía a un nivel bastante parecido que Laca, que era de su misma edad; y Ondarru destacó mucho en esa época, por encima de Intxausti.
Por los años 1961 y 1962, Intxausti jugó contra pelotaris de la talla de Chino Bengoa, Alex, etc., pero si se observan las combinaciones en los que jugó, veremos que siempre llevaba gran ventaja al llevar de compañero un mejor zaguero.
La mejor época de Intxausti creo que fue entre los años 1945 y 1955, cuando jugó en el Aragonés de Zaragoza y en el “Novedades” de Barcelona. Pero hay que tener en cuenta una cosa. ¿Contra quienes estuvo jugando? Los mejores pelotaris estaban en La Habana, México y Manila.
En el año 1945, los delanteros que más destacaban eran Etxeberria I, Fermín Mugerza y Valentín Kareaga. Algo más tarde, Urkola I. Así lo dicen las crónicas de la revista CANCHA, de México, de aquella época.
Por las fiestas de la Pilarica de Zaragoza, en 1948, llegó desde México al frontón Aragonés, el pelotari Urkola I, donde ya había jugado anteriormente, y decidió jugar algunos partidos. En uno de los partidos se enfrentó a Intxausti, que era el pelotari que destacaba entre los delanteros, quienes iban emparejados con zagueros parecidos, siendo uno de ellos Deba. Ganó Intxausti por un tanto el partido. Esto nos da una idea del nivel a la que se movía Intxausti, en sus mejores tiempos.
Sí es verdad que en el año 1955, siendo Intxausti el mejor delantero del “Novedades” de Barcelona, llegaron de vacaciones de verano desde el frontón Jai Alai de La Habana, Laka y Fermín Mugerza. En esta ocasión Intxausti fue elevado a los cielos por sus admiradores, al haberles ganado a los citados delanteros algún partido que otro. Hay que tener en cuenta que los habaneros no estaban encanchados, todo lo contrario que Intxausti".
Dicen de Intxausti que no sólo tenía una especial virtud para acabar el tanto. Además, Intxausti humillaba a sus contrarios con una "sonrisita" burlona tras finalizar el tanto. (Sobra imaginar cómo se sentía el delantero contrario).
Según Jose Ignacio Elola, -quien recomendó a Intxausti para que fuera contratado al Recoletos de Madrid- era un artista, pura ciencia. Un enceste maravilloso, la pared izquierda no tenía secretos. No era de arrollar pero a base de bombear con el revés y buscar adelante hacía mucho daño.
“Fraypa” Eizaguirre lo cuenta de maravilla en un partido en el que se enfrentó al de Villabona. “Jugué en Durango con Marcelino contra Intxausti y tiró muchas pelotas a rebote para que las devolviera Marcelino hasta dejarle aburrido de rebotear (que lo hacía raso y con peligro) pero Intxausti iba muy adelante y con pelota muerta y tiro muy suave y bombeado… al suelo una y otra vez. Las devoluciones las esquivaba (Intxausti) con habilidad y facilidad para rematar a continuación. Perdimos con notable diferencia”.
Para “Fraypa” Eizaguirre Intxausti fue un pelotari excepcional y único en algunas facetas.
“Es el pelotari que menos he visto jugar durante el ensayo. Un caso. Casi todas las pelotas eran faltas en especial las cortadas de derecha. Es difícil saberlo con seguridad pero yo no tengo duda de que se entrenaba tratando de pegar la “chapa del frontis”. Empezaba el partido y todas encima, muy ajustadas. Cortaba de maravilla.”
“No se puede creer la habilidad que tenía Intxausti para “no dejar ver la pelota al contrario” cuando tira la dejada. Te obstruye la visión de la pelota para apartarse para dejarte paso al final dando un paso al lado contrario. Tienes paso pero la pelota está al otro lado porque no te has enterado por la obstrucción. Hubo quien me dijo que le metiera el taco de la cesta por las costillas para que se apartara más.
Tira dejadas al ancho a veces como si fuera a mano y no recuerdo dejadas altas. Las dejadas justa y botan muy poco. Crees que llegas pero no lo consigues.
El enceste lo hace a unos 15 cms. de la punta y con un recorrido muy corto de unos 20 cms. codilleando incluso. Esto hace que la ejecución sea muy corta en el tiempo aunque lo hace con ritmo-compás y sin prisas. Son dos tiempos muy definidos: “pam-pam”.
Continúa “Fraypa”. “Es al único pelotari que he visto apoyarse con la mano izquierda contra la cancha después de ejecutar las “dos paredes de derecha de lado”. Le da cierta velocidad pero no mucha. Crees que estás colocado cuando ves la trayectoria de la pared izquierda hacia el frontis pero se abre mucho más de lo previsto, “como si resbalaría o patinara en el frontis”. Ni pensar de llegar. Se inclina tanto hacia la izquierda que el apoyo de la mano izquierda llega a tocar el suelo.”
“Es el único que me ha dejado plantado en la cancha sin poder moverme porque me ha engañado completamente en su lanzamiento de revés. Ocurre la siguiente. Bombea al rebote sin fuerza y a cada rato al suelo, así constantemente. Al realizar el tiro de revés cambia de postura sobre la marcha y tira una media dejada desde lejos cuando ya has arrancado hacia el rebote. Te sorprende y te quedas quieto porque no puedes dar la vuelta sobre la marcha”.
“Es el único que a veces hacía tanto de rebote contra tríos haciendo lanzamientos al único sitio posible de la cancha que no está cubierto. Desde el cuadro 8 y desde el lado derecho-abierto más de media cancha. Yo me abro a cuidar el ancho, el del centro se adelanta al igual que el de atrás. Se tumba de rebote y lanza muy arriba y cerca de la pared izquierda con cierto tipo de escapada. La pelota regresa al lugar donde ha lanzado y los tres sin poder alcanzar la pelota nos juntamos como si fuéramos a saludarnos”.
Jose Agustin Larrañaga en su libro sobre “Marcelino” menciona una reseña sobre un partido que disputó Intxausti en Durango, allá por el año 1961.
Crónica de “Aitona” en el Correo Español. Intxausti-Larrañaga 35; Alex-Marcelino 21.
“No es fácil determinar si jugó a placer Intxausti porque “Chucho” le preparó el terreno con su juego tremendo y segurísimo, o si “Chucho” pudo jugar tranquilo porque Intxausti dominó en la delantera a Alex con su juego ratonero pero eficaz y desconcertante. Todos sabemos que Intxausti domina la herramienta y hace lo quiere con la pelota”.
"Fraypa" Eizaguirre concluye: "no es fácil hacer comparaciones entre Intxausti y las grandes figuras porque el Intxausti que yo conozco "no es el del apogeo" y los otros Sí. El de Villabona tenía 35 años, Egurbide 19; Bengoa, 18, por poner un ejemplo.
Opino que se merece un análisis profundo de los diferentes tipos de juego, frontones, etc., y no se puede hablar del Intxausti que está preocupado por coger el tren para regresar a casa y liquida el partido como sea".
¿Fue acaso Intxausti víctima de una mezcla de su propio carácter y mucho juego lo que le convirtió ante el colectivo de pelotaris e intendentes en un indeseable al que nunca permitieron que jugara en "America", el súmmum del jai alai por aquel entonces?
¿Hasta la huelga de 1968 en la que Intxausti fue como esquirol para ser el máximo ganador de quinielas?
¿La venganza de un pelotari maldito?
Yo jugue 1 partido contra Inchausti, nos gano 30-26, porque nunca ganaba de calle, era 1966
ReplyDeleteLo que si puedo decir es que en 1963 o 64 jugo un partido en San Juan de Luz de pareja con Aldecoa contra Javier Solozabal(Zuloaga I) y Chucho y gano Inchausti 35-32.
Yo lo conocia muy bien, no era muy simpatico , pero tampoco era mala persona, era mayor que yo, pero siempre me dio buenos consejos.