Sunday, February 7, 2010

Pancho, Gino...Felicidades

 Mi padre se echaba las manos a la cabeza cuando leía algunos nombres como Javi, Josu, Chema... en las carteleras de pelota. "Con ese nombre no se puede jugar a la pelota", sostenía escandalizado.

  Yo no sé quienes son Pancho, Gino, Tommy... no sé como juegan, no conozco sus caras, sé que juegan en un lugar llamado Ocala, en un fronton perdido entre ranchos, rodeado de naranjos, cerca de un lago al que llaman Orange Lake, cerca de un pueblo que se llama Micanopy, camino de Gainesville, donde yo residía hace más de treinta años, la época en la que yo jugué en este fronton.

  No sé que cara pondrá mi padre si le digo que un tal Pancho y Gino se llevaron el gato al agua el pasado sábado, dándoles en las narices a pelotaris de otro supuesto nivel como Egiguren, Solozabal, Oiarbide, Elizegi, pelotaris con otro "nombre".

  Se supone que estos últimos eran los grandes favoritos, cualquier otro resultado sería una sorpresa.

   Es cierto que en las quinielas puede pasar cualquier cosa. El factor suerte influye, una tacada de tantos, una noche inspirada.

   Faltaban las grandes estrellas de Miami, faltaban los nombres ilustres, los Goikoetxea, Lopez, Irastorza, Rekalde.( qué bien suenan estos nombres, diría mi padre.) Todo presagiaba que los Egiguren, Aimar, Solozabal, Oiarbide (estos nombres también suenan bien) ocuparían el hueco de Goikoetxea, Rekalde, Irastorza, Lopez.... y que brillarían con luz propia.

   El resto, de relleno. No fue así. el viernes por la noche un desconocido llamado Alliez ganó la single de zagueros por delante del Duke Hernandez, de Oiarbide, de Urtaran.... El sabado por la noche el turno correspondió a otros dos desconocidos, dos pelotaris cuyos nombres  mi padre no admitiría en su catálogo de nombres permitidos.

  Pancho y Gino dieron la sorpresa y ganaron la quiniela de las estrellas, jugada a 10 tantos, tres de ventaja sobre Aimar y Elizegi, cuatro sobre Egiguren II y Hernandez.

   ¿Casualidad? ¿Producto de una noche inspirada?. Tal vez. Que más da. La buena noticia es que la lógica no está siempre del lado del más fuerte, del favorito. La grandeza del deporte radica en que en un momento dado dos desconocidos: Pancho y Gino... (¿quién, cómo has dicho?)... pueden dar la sorpresa.

  Pancho y Gino tienen cabida en el jai alai, aunque sea sólo por una noche, aunque mi padre no pueda entenderlo. Felicidades a Alliez, Pancho y a Gino.

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