En la actualidad, ¿hay delanteros especialistas con el saque? Buenos sacadores seguro que existen, ahora y antes. Ahora bien, ¿a qué nos referimos al señalar como buenos sacadores?...
Está claro, los que consiguen quitar el saque al delantero contrario una vez sí y otra también.
No siempre ha sido así. Hace unas décadas había delanteros especialistas con el saque que no sólo quitaban la pelota al contrario con el disparo inicial, sino que incluso hacían tantos, hacían mucho daño y los intendentes, para nivelar los partidos, les penalizaban sacando de más atrás.
El jai alai, como las demás modalidades de pelota, ha evolucionado, se juega de forma diferente. La quiniela, en contraposición al partido, ha condicionado la manera de jugar. Se juega más sucio, los zagueros apenas rebotean, los delanteros justo sacan suave para evitar la entrada del adversario.
Las siguientes líneas tienen como protagonista a Salsamendi III, uno de los grandes SACADORES (con mayúsculas). Este Salsamendi era hermano de Salsamendi I, El Maestrito, gran figura del jai alai. Según cuenta Churruca, el delantero que más le ha gustado de todos (mira que habrá conocido a unos cuantos).
"Isidoro Salsamendi, Salsamendi III, contaba 29 años de edad el año 1949. Por esas fechas estaba considerado el mejor delantero del cuadro de Mexico. No destacaba ni de revés ni de rebote, pero sus pelotazos llevaban dinamita; y sobre todo, era un gran sacador que tenía tan perfeccionada esta jugada que estuvo durante un espacio de tiempo condenado a sacar del cuadro once, concediendo medio cuadro de ventaja a todos los delanteros contrarios.
En la ejecución del saque tenía un gran repertorio, pues lo mismo sacaba del ancho, como del rincón junto a la pared izquierda; de lado al estilo cortada, como de arriba a abajo; de dos paredes, del rincón al ancho, del ancho al ancho y de carambola. El saque de carambola lo ejecutaba desde el ancho, de lado y con gran violencia; la pelota iba a dar en el frontis, casi junto a la pared izquierda, y en consecuencia la pelota cogía un efecto diabólico, que dificultaría ser encestado por el pelotari oponente.
Pero el más temido de sus saques era cuando lo hacía de lado, al estilo cortada con gran violencia sobre la segunda losa por encima de la chapa del frontis, de donde salía la pelota para ir a morir arrimada junto a la pared izquierda en el punto donde iba ir a restar el zaguero contrario.
El saque lo ejecutaba cogiendo bastante carrerilla y haciéndole botar a la pelota hacia adelante para que él lo encestara más allá de la raya de saque. Así robaba medio cuadro aproximadamente. Cuando sacaba de dentro, junto a la pared izquierda, Salsamendi III le hacía un gesto con la cabeza avisándole para que tomara precauciones, pues lo mismo podía sacar rasa y adentro.
Hubo partidos en que consiguió hacer más de diez tantos de saque y hasta quince.
Hoy en día no se utiliza esta forma de sacar que resultaba muy efectiva, seguramente por la influencia del juego de quinielas, donde al sacar se va a asegurar para no hacer pasa, pues ésta se considera falta."
(Jose A. Larrañaga, autor del libro Jose Luis Salsamendi "El Maestrito")
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